Atacama Hadal es el nombre del proyecto que reunió al Instituto Milenio de Oceanografía (IMO) y la empresa Caladan Oceanic, y que tenía por objetivo descender a la Fosa de Atacama, a más de ocho mil metros de profundidad, para recorrer un lugar que no había sido visitado por ningún ser humano.
La travesía se concretó en enero de este año, mediante una misión liderada por el oceanógrafo Osvaldo Ulloa, el primer chileno en conseguir esta meta, junto al explorador estadounidense Víctor Vescovo. Sin embargo, recientemente se dio a conocer un descubrimiento que preocupó a los científicos.
Las cámaras sumergibles del buque captaron algo increíble y, al mismo tiempo, indignante: Una bolsa de basura plástica estaba en el fondo de aquella fosa nunca antes explorada.
Ulloa, director del Instituto Milenio de Oceanografía, se mostró indignado: ”Los plásticos quedarán en el fondo del mar por siglos, no como un hito de nuestra audacia y avance tecnológico, sino de nuestra soberbia e insensibilidad frente al daño que les estamos ocasionando a los océanos”.
“La verdad que es bien dramático saber que hay basura a más de 8.000 metros. Necesitamos hacer un cambio cultural urgente, dejar de pensar que el océano es un gran vertedero”, afirmó.
Sin embargo, es importante mencionar que esta no es la primera vez que se encuentra basura en una fosa marina. En una ocasión anterior, precisamente en 2021, investigadores japoneses encontraron bolsas de plástico, juguetes e incluso zapatillas en las Fosas Marianas, cuya profundidad supera los 10 mil metros.
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