Ecuador dio luz verde a la eutanasia este miércoles, con lo que se convirtió en el segundo país latinoamericano en despenalizar el procedimiento después de Colombia, a raíz del caso de una paciente con una enfermedad incurable y mortal. Con siete votos a favor de sus nueve magistrados, la Corte Constitucional abrió la puerta para que los médicos puedan ayudar a morir a un enfermo sin ir a la cárcel.
Paola Roldán, una mujer de 42 años que padece esclerosis lateral amiotrófica (ELA), logró que se legalice la eutanasia en Ecuador, en donde se reconoció su derecho para tener acceso a una muerte digna.
En su sentencia, el máximo tribunal de garantías de Ecuador no admitió la inconstitucionalidad del artículo 144 del código penal de Ecuador que castiga con penas de entre diez y trece años de cárcel a la «persona que mate a otra», como demanda Roldán, y aprobó su «constitucionalidad condicionada».
Según la sentencia, la aplicación de la eutanasia activa será constitucional siempre que un médico acceda al pedido de un paciente de manera libre, informada e inequívoca, a causa de un padecimiento de intenso sufrimiento proveniente de una lesión corporal grave e irreversible o de una enfermedad grave e incurable.
Además, sitúa al país sudamericano como el noveno en el mundo en reconocer legalmente el derecho a una muerte asistida bajo circunstancias específicas que marque la ley.
Se espera que el gobierno ecuatoriano, en conjunto con organismos de salud y asociaciones médicas, desarrolle un marco regulatorio para determinar los criterios y procedimientos necesarios para la aplicación de la eutanasia, de forma que garantice la protección de los derechos de los pacientes y evite posibles abusos.
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