Un niño fue abandonado por su mamá y tuvo que vivir solo entre los 9 y los 11 años en un departamento de la localidad de Nersac, en Francia, una grave negligencia que afrontó sin dejar de ir al colegio y con un destacado rendimiento escolar. El Tribunal de Primera Instancia de Angulema, capital de la zona, condenó a la madre a 18 meses de prisión por “abandono de un menor de forma que pone en riesgo su seguridad”, incluyendo los últimos 6 meses bajo vigilancia electrónica.
Según el medio francés Charente Libre, el pequeño no tenía luz ni agua caliente a pesar de las bajas temperaturas que se viven en invierno, por lo que tenía que dormir tapado con tres cubrecamas. El pequeño se alimentaba de comida enlatada y pasteles que su mamá le iba a dejar con poca regularidad.
Esta negligencia duró dos años, de 2020 a 2022, hasta que un vecino del niño denunció la situación a la policía. Tras las investigaciones se confirmó que la mujer no vivía con su hijo ni lo supervisaba para ir al colegio, pero a pesar de ello y según el personal, el niño era un buen estudiante.
El medio francés señaló que el niño se bañaba con agua fría y no tenía electricidad ni calefacción, por lo que debía dormir con tres cubrecamas para poder aguantar las temperaturas de esa zona, las cuales son especialmente bajas en invierno.
Inicialmente, la mujer negó los hechos, pero las autoridades policíacas lograron comprobar que ella no dormía con su hijo, no lo llevaba al colegio y en el departamento el refrigerador estaba vacío y sin presencia de ropa de adulto.
La situación también fue confirmada por vecinos y vecinas del sector, quienes ayudaban al menor con comida. De forma inexplicable, solo después de dos años uno de ellos anónimamente decidió denunciar el hecho a las autoridades.
La madre, Alexandra, se había ido a vivir a la localidad de Sireuil, ubicada a cinco kilómetros de distancia de donde estaba el niño. Hasta el momento se desconocen las razones que la llevaron a dejarlo solo durante tanto tiempo.
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